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Vínculos. Ghosteo corporativo: qué es y qué hacer cuando no te responden en el trabajo

El fenómeno del ghosteo dejó de ser exclusivo de las relaciones afectivas. Cada vez más personas sufren la falta de respuesta en el ámbito laboral. Qué hacer cuando el jefe o los compañeros desaparecen sin decir una palabra.

22 de mayo de 2025, 14:27
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El ghosteo en el trabajo no siempre es maltrato explícito, pero el silencio sostenido puede ser igual de dañino para la salud emocional y la dinámica de equipo. (Freepik)

El término ghosting, popularizado por las relaciones de pareja, se trasladó en los últimos años al ámbito corporativo. La escena se repite: un mensaje enviado, leído, pero sin respuesta. Una decisión pendiente que nadie confirma. Un jefe que evita dar definiciones. El silencio no sólo frustra, también genera ansiedad y un fuerte impacto emocional.

Santiago Bras Harriott, coach ejecutivo y fundador de Coaching Argentina, trabaja a diario con personas que llegan a su consultorio con una queja cada vez más común: la falta de respuesta en el trabajo. No hay gritos ni enfrentamientos. Lo que duele es la ausencia total de contacto.

Un problema que afecta la confianza personal

Quienes padecen esta experiencia suelen expresar una sensación de vacío. Sienten que su tiempo no vale, que sus esfuerzos no son reconocidos o que su voz no cuenta. Según Bras Harriott, la raíz del malestar es la ruptura de la comunicación interna. En un entorno laboral donde todo parece urgente, el silencio se percibe como una forma de evasión y desinterés.

La clave para afrontar este tipo de situaciones es no tomar el ghosteo como algo personal. El coach sugiere separar el valor propio de la respuesta ajena. El silencio del otro no define el desempeño ni el compromiso de quien está del otro lado esperando una señal.

La evasión como mecanismo ante la incomodidad

La falta de respuesta muchas veces no se vincula con la mala intención, sino con la dificultad para enfrentar situaciones incómodas. Algunas personas no contestan porque no tienen una solución, no quieren decir que no o simplemente no priorizan al otro.

Aun así, el efecto sobre quien espera es el mismo. La sensación de ser ignorado impacta en la motivación y en la percepción de pertenencia dentro del equipo.

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El ghosteo en el trabajo no siempre es maltrato explícito, pero el silencio sostenido puede ser igual de dañino para la salud emocional y la dinámica de equipo. (Freepik)

Cómo actuar cuando las respuestas no llegan

Ante la ausencia de contacto, Bras Harriott recomienda tres acciones concretas.

  • Mantener la calma y no quedarse atrapado en interpretaciones mentales.
  • Enviar mensajes breves, claros y sin tono ansioso.
  • Buscar alternativas dentro de la misma organización. Si un área no responde, conviene preguntar si otra persona puede colaborar.

La recomendación central es evitar convertirse en un “esperador crónico”. La acción es la mejor manera de recuperar el foco y proteger la salud emocional.

Aprender a sostenerse sin validación externa

El ghosteo laboral puede erosionar la autoestima si se espera que la aprobación venga siempre del entorno. Para no caer en esa trampa es fundamental desarrollar la confianza propia basada en el compromiso personal, no en la validación ajena.

El especialista invita a revisar algunas preguntas claves: ¿Estoy haciendo lo que está en mis manos? ¿Me comunico con claridad y respeto? Si la respuesta es afirmativa, entonces hay que seguir adelante, sin quedarse atrapado en el silencio del otro.

En contextos laborales exigentes, lo urgente suele tapar lo importante. Sin embargo, no responder nunca debería ser una opción válida. Una empresa madura no deja sin contestar por falta de tiempo. Responder, aunque sea para decir “no tengo novedades”, es un acto de liderazgo, respeto y humanidad.

Y si el entorno no responde, no queda otra que moverse. Aprender de la experiencia y buscar espacios donde la palabra circule. Porque la confianza no depende de que otros nos vean, sino de no dejar de vernos a nosotros mismos.

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