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Escándalo. Quién es Aline Pereira Ghammachi, la monja que dice que la echaron por ser “demasiado linda”
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Redacción La Voz
Un escándalo sacude la tranquila localidad de Vittorio Veneto, en la provincia de Treviso, donde cinco monjas cistercienses del monasterio de San Giacomo di Veglia abandonaron el convento a principio de mes en busca de un refugio seguro. El motivo: un clima de “tensiones insoportables” tras la destitución de la madre superiora, Aline Pereira, según informó el diario local Il Gazzettino.
A mediados de mayo, la Orden Cirterciense emitió un comunicado explicando la situación, según publicó el Vatican News.
Este hecho, que comenzó a gestarse en 2023 tras una denuncia al Papa Francisco, ha generado revuelo en la comunidad religiosa y plantea interrogantes sobre la gestión de los conventos de clausura.
El monasterio de San Giacomo di Veglia, conocido por su producción artesanal de Prosecco DOC elaborado con uvas de sus viñedos, se vio envuelto en una crisis interna que culminó con la salida de las religiosas.
Las monjas, algunas con más de 25 años en el convento, denunciaron una “fuerte presión psicológica” tras “la intervención” del monasterio, ordenado por el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica el pasado 7 de abril de 2025.
El conflicto se originó en enero de 2023, cuando cuatro monjas enviaron una carta al Papa Francisco acusando a la madre Aline Pereira de supuestos abusos de autoridad y manipulación emocional.
Sin embargo, dos inspecciones eclesiásticas desestimaron las acusaciones, calificándolas de “calumnias”, y las denunciantes fueron trasladadas a otros monasterios. A pesar de esto, el monasterio recibió ocho visitas canónicas adicionales, lo que, según las monjas fugadas, intensificó el ambiente opresivo.
La destitución de Pereira, una líder progresista que impulsó proyectos como la producción de Prosecco y la acogida de mujeres víctimas de violencia, marcó un punto de inflexión. Las religiosas afirmaron que la llegada de la nueva comisaria, Madre Martha Driscoll, de 81 años, agravó las tensiones, destruyendo “una situación de paz que duraba medio siglo”.
Para evitar alarmas, las cinco monjas se presentaron ante los Carabineros de Vittorio Veneto, informando su decisión de abandonar el convento y su necesidad de “recuperarse en un lugar seguro”, cuya ubicación mantienen en secreto. No se han reportado motivos penales o civiles detrás de la fuga, pero el caso ha desatado un debate sobre la salud mental y la gestión en comunidades religiosas.
La diócesis de Vittorio Veneto reconoció el conflicto, pero aclaró que no tiene competencia directa, ya que la gestión corresponde al Orden Cisterciense y al Dicasterio vaticano. Mientras tanto, se espera que la situación evolucione con la llegada de un nuevo Papa y el nuevo obispo de la diócesis, Riccardo Battocchio.